El cartel de anoche de Orillas de Triana contaba con Malena Alba y Gonzalo Quintero al baile, Juan Murube al cante y David Caro al toque.
El espectáculo comenzó con un solo de guitarra de David Caro, que tocó una estupenda soleá, con un sonido limpio y cálido, avivándose en el remate por bulerías. Es un guitarrista joven y talentoso que no tiene nada que envidiar a otros con más trayectoria.
El primer baile de la noche vino de la mano de Malena Alba, que hizo unos tientos-tangos.
Malena rebosa arte por todos los poros, y sabe transmitirlo desde que pisa el escenario hasta que se va. Su baile es rico en movimientos, combinando belleza y plasticidad sobre todo en las falsetas, con precisión y musicalidad en sus zapateados. Sabe darle a los tientos la profundidad que necesitan y a los tangos picardía y frescura.
Juan Murube cantó por malagueñas dándoles un toque muy personal. Es un cantaor que con gran conocimiento de los cantes le gusta arriesgarse y poner su grano de arena para darles un sabor distinto sin perder su esencia. Como todo el que se anima a hacer algo diferente, unas veces acierta y otras no. Anoche acertó de pleno.
El contrapunto del baile lo puso Gonzalo Quintero y su fuerza con unas soleares por bulerías. Hay formas y formas de dar fuerza a un baile. Unos lo hacen con el cuerpo, otros con "golpes a compás", y algunos como Gonzalo con un zapateado potente pero matizado. Todo ello sin perder la colocación, con una elegante postura corporal que en él es natural.
El espectáculo comenzó con un solo de guitarra de David Caro, que tocó una estupenda soleá, con un sonido limpio y cálido, avivándose en el remate por bulerías. Es un guitarrista joven y talentoso que no tiene nada que envidiar a otros con más trayectoria.
El primer baile de la noche vino de la mano de Malena Alba, que hizo unos tientos-tangos.
Malena rebosa arte por todos los poros, y sabe transmitirlo desde que pisa el escenario hasta que se va. Su baile es rico en movimientos, combinando belleza y plasticidad sobre todo en las falsetas, con precisión y musicalidad en sus zapateados. Sabe darle a los tientos la profundidad que necesitan y a los tangos picardía y frescura.
Juan Murube cantó por malagueñas dándoles un toque muy personal. Es un cantaor que con gran conocimiento de los cantes le gusta arriesgarse y poner su grano de arena para darles un sabor distinto sin perder su esencia. Como todo el que se anima a hacer algo diferente, unas veces acierta y otras no. Anoche acertó de pleno.
El contrapunto del baile lo puso Gonzalo Quintero y su fuerza con unas soleares por bulerías. Hay formas y formas de dar fuerza a un baile. Unos lo hacen con el cuerpo, otros con "golpes a compás", y algunos como Gonzalo con un zapateado potente pero matizado. Todo ello sin perder la colocación, con una elegante postura corporal que en él es natural.
Cerraron con unas sevillanas y un fin de fiesta por bulerías.
Rocío Navarro